sábado, 24 de noviembre de 2007

aplicaciones medicas

APLICACIONES MEDICAS DE LAS AMINAS

Descongestionantes nasales, píldoras para adelgazar y estimulantes

Todos nosotros hemos experimentado una oleada de adrenalina; la (epinefrina) es liberada por la glándula suprarrenal en momento de tensión. Este compuesto es una amina secundaria.

La adrenalina pertenece a un grupo de compuestos a los que a veces se hace referencia como fenilalquilaminas; estos compuestos tienen un anillo bencénico, un grupo alquilo y un grupo amina. Varias de estas bases se encuentran en la hierba ma huang, la cual se ha usado para fines medicinales en China durante más de 5000 años.

Los efectos fisiológicos que experimentamos con la adrenalina son comunes, en diversos grados, a otras fenilalquilaminas. Por ejemplo, el peyote, que se usa en los rituales religiosos de tribus indígenas de México y legalmente en ceremonias religiosas de la Iglesia India Americana de Estados Unidos, es un cacto mexicano que produce el fármaco alucinógeno mezcalina. La anfetamina (también llamada dexedrina, bencedrina, dexi, beni, anfeta, estimulantes) se introdujo en 1932 como descongestionante nasal, y se uso en la Segunda Guerra Mundial para mantener alerta las tropas de primera línea. En la actualidad la anfetamina se encuentra en ciertas píldoras para adelgazar que se venden con receta médica. Sin embargo, puede presentarse dependencia psicológica de las anfetaminas y la supresión puede conducir a fatiga y depresión.

Muchos descongestionantes nasales que se venden sin receta médica, tanto tópicos como orales, contienen fenilalquilaminas, de las cuales las más comunes son efedrina, fenilefrina y clorhidrato de fenilpropanolamina.

Estos fármacos funcionan contrayendo las arteriolas dentro de las membranas mucosas nasales, con lo cual se restringe el flujo sanguíneo a esta área. Se reduce la inflamación, las vías nasales se abren y se hace posible la ventilación y drenaje de los senos paranasales. Sin embargo, el uso prologado de descongestionantes, en especial los aerosoles de aplicación tópica, puede dar por resultado un flujo restringido de nutrimentos al área y una reducción en la eliminación de desechos de los senos paranasales, lo que deja a los tejidos afectados inflamados y susceptibles a infecciones. Los descongestionantes nasales de larga duración contienen compuestos como el clorhidrato de xilometazolina, un compuesto que tiene relación estructural con las fenilalquilaminas.

El clorhidrato de fenipropanolamina también se usa en píldoras para adelgazar, con frecuencia en dosis similares a las de los descongestionantes nasales. El efecto supresor del apetito de las fenialquilaminas opera en este caso, pero otras acciones fisiológicas pueden conducir a efectos colaterales. Como consecuencia, los descongestionantes orales y las píldoras para adelgazar que contienen clorhidrato de fenilpropanolamina suelen llevar advertencias impresas para personas con problemas cardiacos o de presión sanguínea.

Muchos descongestionantes nasales orales y preparados contra alergias contienen antihistamínicos. Cuando el organismo comienza a experimentar una reacción alérgica, como ante polen (fiebre del heno), picaduras de insectos y muchos otros irritantes, se produce histamina. Casi todos los síntomas de las alergias se deben a la histamina.Los antihistamínicos reducen o eliminan los efectos de la histamina.

Ciertos antihistamínicos se usan como píldoras para dormir y sedantes, y muchos de los que sirven para tratar alergias causan somnolencia. El Seldane es un antihistamínico común que se vende sin receta y no causa somnolencia porque no penetra la barrera hematoencefálica.

Anestésicos locales y cocaína

Todos apreciamos el aerosol que alivia el dolor de una fuerte quemadura de sol o la inyección que adormece la boca para un trabajo dental. Estos anestésicos locales, una clase de compuestos que pueden causar pérdida de sensación en el área en la cual se aplican. Las formulaciones más comunes que se venden sin receta incluyen benzocaína (Anbesol®, Lanacane®, Solarcaine®), xilocaína ((Lidocaína®) y tetracaína (Cetacaine®). Las pastillas y aerosoles para la garganta, así como el caramelo dietético AYDS® también contienen benzocaína. El anestésico Novacain® es de hecho procaína. Los medicamentos que se toman para la tos también pueden contener enestésicos locales.

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